domingo, 30 de noviembre de 2014

Subte.

Leí por ahí que en una estación de subte alguien escribió "¿Gente de mierda, porqué tienen tanto miedo?" 

Redes sociales.



Puede que nos despertemos un día y los años hayan pasado, ya no usaremos las redes sociales y de la juventud solo quedarán algunos rastros de belleza, recuerdos de algunas aventuras y excesos. No puedo decir con precisión donde nos encontraremos y si al final habremos encontrado a quien amar, amar un poco más que a nosotros mismos. No puedo prever si nuestros caminos habrán permanecido unidos o nos habremos distanciado en algún lugar del recorrido. No puedo imaginarme más que cientos de posibilidades y finales para una única historia. Puede que despertemos un día y los años hayan pasado y puede que seamos de esos que nunca podrán ser olvidados. Disfruten el viaje sin importar el destino.

Mensajito para un día ordinario.

No salga a la calle con paraguas. Reciba amablemente el elogio de un extraño. Sepa que si duele, es buena señal. ¡Usted no es un robot! ¡Usted está sintiendo! Mirar a las personas a los ojos. No dar tantas explicaciones. ¡Sobrevivir! Un saludo al señor que le dijo a mi madre que yo estoy loca. ¡Felicitaciones! Usted no está tan equivocado.

Y un día el viento sopló tan fuerte que me trajo de nuevo a las orillas de este mar que mucho antes ya había navegado!

viernes, 2 de mayo de 2014

Fisiología de la complejidad y estupidez humana.

Todavía no llegue a la unidad de ”fisiología de la complejidad y estupidez humana” porque quizás así logre comprender aunque sea un poquitito porque somos tan complicados. Porque mierda sera que nos es más fácil salir a putear o hablar a espaldas del otro que decirle a esa persona que la queres y que lo queres gritar,decirle a tu vieja que la amas, a tu viejo que lo admiras, porque nos guardamos todo lo lindo porque cuesta tanto decir las cosas de frente, lo bueno y lo malo. Porque los que se quieren se ignoran, los que se odian se falsean. Porque le tenemos tanto miedo hasta a nuestros propios sentimientos, porque nos cuesta tanto permitírnoslo, porque tememos tanto a lo que nos van a dar a cambio, la respuesta que obtendremos, miedo a arriesgar(nos) ese miedo a sentirte desnudo si mostrás lo que tenes adentro y entonces vulnerable ante el mundo. Nos cuesta tanto el primer paso, el primer beso, el abrazo. A veces se nos cruza por la cabeza el pensar que mañana puede ser tarde y volvemos una vez más a tener miedo, miedo a perder. ¿Nunca pensaron en que podrían perder a alguien para siempre? Y ese miedo te envuelve por completo se te mete hasta los huesos te recorre junto con la sangre por las arterias que salen del corazón. “Tendría que haberle dicho cuanto lo amaba” “nunca supo lo importante que era para mí” y otros cientos de pensamientos/sentimientos que quedaron escondidos abajo del mantel de una sobremesa de domingo porque claro, pensábamos que se daba por sobreentendido Y NO! nos hacemos los boludos cuando en verdad sabemos que también necesitamos exteriorizar, que no somos videntes ni perceptores extrasensoriales. Nos hace falta coraje, las pelotas para salir y encarar, primero a nosotros mismos y después a los que nos quitan el aliento, a los que hacen que se nos acelere el corazón, a los que nos llenan de cólera, a los que nos dan todo con poco, y también a los que no aportan nada.

martes, 3 de diciembre de 2013

No,yo.

Soy un tipo de neurótica y busco otro tipo de éxtasis. A veces la vida no me parece suficiente, mi droga más profunda es buscar todo el tiempo algo que ni siquiera se que es, a tal punto que a veces me paraliza, invade cada entraña de mi ser y me lleva a encontrarme conmigo misma, una versión de mi que odio y que a la vez amo, porque se que es diferente, a todas aquellas personas que me rodean y que se conforman con lo que tienen en frente de sus narices. El precio a veces puede ser muy alto y la tristeza insoportable, pero todo pasa. Puedo planear todo un mundo por descubrir afuera. Mi alma está inquieta, a veces solo tengo palabras, pero todo me conducirá a algún lugar, aunque de miedo, aunque deba esperar.

miércoles, 3 de julio de 2013

Algo que decir

   Si bien llevo 21 años en esta vida, tan corta y tan linda, he recibido apreciaciones respecto a mis relaciones con los hombres, mi soledad o mi falta de compañía. Quizás este involucrada en una sociedad donde se espera que uno debería  cumplir ciertos requisitos a modo de linea de tiempo en esta vida. Quizás uno debería actuar o mostrarse a modo de encajar con lo cotidiano, lo normal, lo típico, lo común, lo más visto lo *sinónimo, sinónimo, sinónimo* . Tener que responder a las demandas, las preguntas a vidas ajenas que quieren involucrarse. Quizás puede que yo no me haya percatado de eso. Quizás no tenga un historial de novios que comenzó a los 13. Quizás sea una idealista, no lo suficientemente bonita, o lo suficientemente tonta, quizás tenga miedo, o quizás las cosas simplemente pasan y yo soy solo una chica en circunstancias diferentes a la de las demás. Mi alma esta libre y a pesar de ser rea o complicada creo en el amor y creo que en algún rincón del mundo fuimos hechos para alguien, yo simplemente estoy viviendo, tratando de entenderme, de aceptarme de convivir conmigo misma, estoy dejando que las cosas pasen, que las oportunidades pasen, que los besos pasen y todo pasa en su momento y te aseguro que no lo esperabas.
  La soledad no es la ausencia de compañía, es un momento de conexión con uno mismo, con todos los demás porque como humanos necesitamos generar vínculos todo el tiempo, nadie está completamente solo y nadie esta completamente atado. Vivir y respirar, tomarse el tiempo para pensar, actuar,  dejar fluir y aunque aveces hay que hacer que las cosas pasen , otras es mejor sentarte y sentir el viento en la cara, el sol en las pestañas y el frío en la nariz. Porque de las relaciones humanas podemos escribir cientos de libros y de sus complicaciones unos mil más. Porque como destruir es más fácil que construir, odiar es más fácil que amar, temer es más fácil que arriesgar y entregarse es más difícil que la soledad, ya no somos uno, somos dos. 
 Quizás algún día deje de estar tan loca, tenga un pie en la tierra y un cable a cielo me haga compañía las tardes de té junto a mis canciones favoritas.